sábado, 18 de diciembre de 2021

LEGISLATURA PROPORCIONAL: una propuesta de sistema parlamentario.

Os dejo aquí esbozada una modesta pero imaginativa proposición (que quizás haya sido formulada en términos parecidos por alguien más en el pasado, pero no me consta) para mejorar el sistema político y la calidad de la democracia. Lo llamo "sistema de legislatura proporcional", y básicamente consiste en repartir el poder legislativo de acuerdo aproximadamente con el porcentaje de votos obtenido por cada partido. Indicaré primero el modo de funcionamiento del sistema, y luego algunas posibles ventajas e inconvenientes.

FUNCIONAMIENTO

1. Antes de cada elección, un consejo legislativo, elegido por el parlamento anterior con la máxima transversalidad, y posiblemente incluyendo representantes no políticos (o cualquier otro mecanismo que garantizase una cierta neutralidad), determinaría un cierto número de TEMAS sobre los que el siguiente parlamento, el que resultara de las elecciones, tendría que legislar. Puede haber consultas informales a la ciudadanía, a expertos, a grupos de interés, etc., para perfilar la lista de temas. Digamos, para redondear, que se determina un total de CIEN temas, pero es solo para visualizar más fácilmente el proceso (puede ser cualquier otro número). Debe haber también un cuerpo de juristas que ayuden a diseñar y dividir los temas de tal modo que haya las menores posibilidades de que lo que se legisle sobre uno de esos temas cause contradicciones graves con lo que se legisle respecto a otros. Si algunos temas se consideran más importantes que otros, cada tema puede recibir una cierta ponderación, de modo que el porcentaje que le corresponda por consenso sea mayor o menor.

2. Tras las elecciones se forma un parlamento respetando lo máximo posible la proporcionalidad (si un partido ha obtenido un X% de los votos, obtendrá más o menos un X% de los escaños). La exactitud absoluta no es esencial en el mecanismo: también funcionaría si se impone un mínimo de votos para tener representación, p.ej. (esto favorece la formación de coaliciones, y simplifica el proceso legislativo posterior).

3. Una vez formado el parlamento, se sortean los ítems de la lista de temas-a-legislar entre los partidos representados en la cámara, de tal modo que, si un partido tiene, digamos, un 20% de representación, le corresponderán aleatoriamente 20 de los temas que seleccionó el consejo legislativo.

4. Cada partido tiene libertad absoluta para decidir que el parlamento apruebe la ley que ese partido considere conveniente sobre cada uno de los temas que le ha correspondido en el sorteo. Es decir, sobre los temas que le han tocado a un partido, si el partido lo decide así, solo pueden votar sobre el proyecto de ley correspondiente los diputados de ese partido.

5. De todas formas, los partidos tienen también absoluta libertad para negociar con cualesquiera otros partidos el contenido de las leyes que cada uno de ellos vaya a proponer. Es decir, un partido puede ofrecer a otros la posibilidad de ponerse de acuerdo sobre algunas leyes de las que les han correspondido al primero, a cambio de que estos otros partidos le dejen negociar las leyes que les han tocado a ellos.

6. Las leyes aprobadas estarían sujetas, naturalmente, a un control posterior de constitucionalidad. El recurso de inconstitucionalidad puede ser instado por un cierto porcentaje de diputados, por el gobierno, por las comunidades autónomas, o como se decida. Incluso pueden intercambiarse libremente unos con otros los temas que les fueron adjudicados.

7. Por supuesto, cada partido también tendría el derecho a no aprobar ninguna ley sobre cualquiera de los temas que le han correspondido (si le parece que la ley vigente es apropiada, o si renuncia a hacerlo como resultado de la negociación con otros partidos).

8. El papel del gobierno (que podría ser elegido por el parlamento, o directamente por los ciudadanos) estaría mucho más limitado que con el sistema actual a la gestión del poder ejecutivo (no del legislativo), o sea, a gestionar la administración pública de acuerdo con las leyes aprobadas por el parlamento.

9. De todas maneras, el gobierno podría también proponer al parlamento decretos sobre temas urgentes o por cualquier otro motivo no contemplados en la lista inicial definida por el consejo legislativo para la legislatura correspondiente (y 


COMENTARIOS

A. La principal ventaja que veo al sistema es que fomentaría el papel constructivo del parlamento, eliminando la posibilidad de un bloqueo legislativo por falta de acuerdos: si no hay acuerdo, pues cada partido legisla sobre lo que le toca, y "p'alante".  Los ciudadanos decidirán en las siguientes elecciones cómo de útil ha resultado la estrategia (más de cooperación con otros, o más de aprovechar ideológicamente su cuota de poder) del partido al que han votado. Además, los parlamentos dejarían de ser un plató para el espectáculo populista, pues se habría diluido casi totalmente el dualismo entre "gobierno y oposición", ya que todos los partidos tendrían un verdadero poder legislativo, aunque no puedan formar una mayoría; y en vez de limitarse a hacer críticas al gobierno o propuestas alternativas que pueden "sonar bien" para algunos votantes, pero que en de llevarse a la práctica serían pésimas (como también ocurre a menudo ahora), tendrían que esforzarse en proponer leyes que tendrán efectos reales sobre la sociedad, y sobre las que tendrán que rendir cuentas en las siguientes elecciones. En definitiva, creo que el parlamento funcionaría en general alcanzando consensos mucho más amplios sobre la mayoría de las leyes que lo que ocurre ahora, pues los incentivos para no negociar y no alcanzar acuerdos con otros partidos serían mucho menores que los que son ahora.

B. El sistema sería más democrático, en el sentido en el que todos los ciudadanos tendrían una efectiva cuota de poder, proporcional al grado de representatividad de sus ideas políticas. Si quienes tenéis tus mismas ideas sois un 20%, pues os corresponde el 20% del poder legislativo. Además, el sistema crea un vínculo mucho más intenso que ahora entre las decisiones de los votantes y los efectos reales de sus votos: si el partido al que has votado aprueba una ley absurda y muy perjudicial, estará bastante más claro que tienes una parte de la responsabilidad. De modo semejante, el incentivo de los partidos y de sus posibles votantes para interactuar entre ambos de manera continua a lo largo de la legislatura es mucho mayor que en la actualidad.

C. Una creencia habitual, que tiende a hacer que mi propuesta pueda ser vista con escepticismo, es la idea de que la legislación es un "bien público" (en el sentido económico de que tiene que ser necesariamente la misma para todos), y por lo tanto es "esencialmente indivisible". Pero la verdad es que esta creencia no se corresponde con la realidad: por ejemplo, la estructura federal o descentralizada de muchos estados consiste precisamente en hacer que sobre unos temas (los que son competencia del estado, p.ej.) legislen unos, y sobre otros temas legislen otros (las comunidades autónomas, p.ej.). Mi propuesta se limita a redistribuir el poder legislativo de acuerdo con un eje transversal al de la división que se utiliza en el estado federal (y no incompatible con esta división).

D. Otra posible crítica es que el gobierno y el parlamento estarían muy a menudo en mutuo conflicto, teniendo el primero que aplicar leyes que no son las que considera deseables. Pero esto es, simple y llanamente, lo que ocurre actualmente en casi todos los casos en mayor o menor medida. P. ej., muchas veces el gobierno no tiene una mayoría o una coalición suficiente para cambiar las leyes aprobadas en las legislaturas anteriores, y tiene que gobernar aplicando leyes que no le gustan.

E. También puede haber el temor de que las leyes efectivamente aprobadas no formen un sistema lo bastante coherente. A esto caben dos respuestas sobre todo: primero, que el papel del consejo legislativo es diseñar los temas a legislar de tal modo que se minimicen las posibilidades de incoherencias que puedan dar lugar a problemas graves. Segundo, que los sistemas legislativos reales suelen ser de todo menos "coherentes", si nos vamos a preocupar por la coherencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja aquí tu comentario (comentarios moderados)