De un comentario mío en el blog "Filosofía en la Red".
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La ciencia occidental comienza a desarrollarse en la muy politeísta Grecia y sus colonias, hacia el siglo V antes de Cristo. Gente como Eudoxo, Aristóteles, Teofrasto, Eratóstenes, Arquímedes, Euclides o Ptolomeo eran sinceros politeístas, y nada en sus prácticas religiosas les impedía desarrollar el conocimiento científico. Por cierto, que aunque eran politeístas, es claramente incorrecto calificarlos como "animistas" o "panteístas".
Por su parte, el muy monoteista Israel no realizó, que se sepa, ninguna contribución relevante al conocimiento científico por aquellas fechas. El aumento del poder del cristianismo en la cuenca mediterránea a partir del siglo III-IV d.C. coincidió más bien con la desaparición de casi todo lo que podría ser entendido como investigación científica, hasta prácticamente un milenio después. El monoteísta islam es cierto que propició la investigación científica puntera hacia finales del primer milenio d.C., pero también acabó poniéndole freno. La relación causal entre el monoteismo y el desarrollo de la ciencia me parece, por lo tanto, una afirmación sin absolutamente ninguna base.
Del monoteismo sin más no. Pero según muchos historiadores de la ciencia, la mezcla entre cultura griega y semita via el cristanismo, instaura una metafísica (la escolastica de hecho) que habilitará la posibilidad de aparición de la ciencia moderna. El sentido de esto es sencillo: si el mundo es resultas de un creador, que crea la realidad de la nada, y todo proviene así del logos divinos, ¿Cómo es ese logos?. Saber acerca de la realidad es saber acerca de como es el logos divino, que se contrapone contigentemene pero intencionalmente al caos y la nada. Se crea una perspectiva de que la realidad es "algo con propósito y razón divina" en contraposición a la nada de la que fue creada y al caos sin conexión con el logos divino. La ciencia es en buena medida algo que tiene un sentido teológico, y ese sentido es un implusador subyacente que habilita el inicio de la ciencia moderna. .
ResponderEliminarLeibnitz, Newton, Descartes, Galileo, ... son creyentes con conocimientos teológicos muy por encima de la media de su época, y su quehaceer científico está inspirado en buena medida desde su pensamiento teológico.
Por ejemplo:
Cuando Galileo dice que la naturaleza está escrita en el lenguaje de la matemática, no está pensando que la naturaleza es expresable en ese lenguaje sin más, sino que ese es el lenguaje propio de Dios, es el modo como Dios estableció la realidad, el modo como ordena Dios a la realidad.
Un saludo.
Enric: cierto, muchos científicos a lo largo de la historia se han visto inspirados en parte por algunas de sus creencias monoteístas; lo que niego es que eso haya sido un requisito necesario para el desarrollo de la ciencia, e incluso que haya sido un "motor potente" de ese desarrollo (sobre todo, cuando se tienen en cuenta los efectos netos, suma de positivos y negativos, de las religiones monoteístas sobre el desarrollo de la investigación racional de la naturaleza).
ResponderEliminarSaludos
Necesario, necesario... pues seguro que no, claro.
EliminarPero el caso es que históricamente la ciencia moderna surge dentro de una sociedad y en unas instituciones científicas donde se cree a pies juntillas que la idea de la racionalidad del universo es reflejo de la razón divina. Y es una interpretación histórica relevante y fuera de muchas dudas que el cristianismo desempeñó una papel decisivo en el origen de la ciencia moderna.
Lo usual es pensar que la ciencia moderna surgió en contraposición y muy a pesar de la doctrina cristiana; y eso es un mito sin base histórica suficiente.
Un saludo,
Claro. Pero el cristianismo también "desempeñó un papel decisivo en RETRASAR el origen de la ciencia moderna", rechazando durante más de mil años la idea helénica de que la naturaleza puede ser entendida racionalmente. La cuestión es que ALGO pasó en esa sociedad de fines de la Edad Media que "creía a pies juntillas" en el cristianismo, para que algunos empezaran a interpretar ese mismo cristianismo como algo que daba soporte a la idea de que la naturaleza puede ser investigada racionalmente, en vez de rechazar esa misma idea como habían hecho durante los trece siglos previos. Y ese ALGO, naturalmente, tiene que ser algún factor NUEVO, no la propia creencia en el dios creador, que ya existía y no había dado lugar a eso (sino, insisto, lo había frenado). Es decir, aunque sea verdad que la ciencia moderna surgió DENTRO del cristianismo, es difícil pensar que es un FRUTO del cristianismo; como mucho, es el fruto de la "contaminación" del cristianismo con algunas ideas ajenas, o, tal vez, de la "evolución" de las ideas cristianas por el influjo de factores externos.
ResponderEliminarSaludos
Jesus Zamora,
ResponderEliminar· rechazando durante más de mil años la idea helénica de que la naturaleza puede ser entendida racionalmente
Repito lo que le dije más arriba. "la mezcla entre cultura griega y semita via el cristanismo, instaura una metafísica (la escolastica de hecho) que habilitará la posibilidad de aparición de la ciencia moderna"
La racionalidad griega no es un aporte del cristanismo, pero el cristanismo se abre a ella, recuerde San agustin y Santo Tomas, que acoplan la doctrina cristiana al horizonte racional griego. Es esa mezcla la que genera las bases que hacen posible una perpspectiva metafísica de la realidad que permita la aparicon de la ciencia moderna.
Además, es la propia filosofia griega la que desdeña en buena medida el elemento que hace de la ciencia moderna algo distinto de simple investigación racional de la naturaleza: el dato empirico.
· "tal vez, de la "evolución" de las ideas cristianas por el influjo de factores externos"
Exactamente. El cristianismo al mezclarse con el "logos" griego instaura una base metafísica que habilita el nacimiento de la ciencia moderna, pero no es por sí mismo algo que crea la ciencia moderna, ni la ciencia moderna puede ser considerada un fruto propio, exclusivo y necesario del cristianismo. El cristianismo aportó un elemento, creo yo: la idea de que en la realidad hay una racionalidad que la transciende y es de origen divino, es decir que la naturaleza no posee en sí misma su razón de ser sino que le viene dado por la "legalidad divina".
Enric
ResponderEliminarNo niego los esfuerzos de algunos cristianos por adaptar parte de la herencia racionalista griega, pero San Agustín y Santo Tomás eligen precisamente aquella parte de la filosofía griega menos proclive a generar conocimientos empíricos de leyes naturales. Insisto en lo que dije: la perspectiva cristiana consideró el mundo natural de tal manera que hizo moralmente despreciable su estudio científico-racional (lea, si no, lo que dicen los padres de la Iglesia sobre los filósofos griegos dedicados a ese estudio), hasta que influencias ajenas al cristianismo consiguieron que algunos cristianos rompieran ese tabú. La idea de que la "legalidad divina" justifica el estudio racional y empírico de la naturaleza es más bien una traición a la tradición anticientífica propia del cristianismo, y así lo vieron numerosos cristianos hasta que los demás les hicieron callar con sus éxitos.
No es cierto, por otro lado, que la ciencia griega hubiera desdeñado los datos empíricos: lo que no llegan a desarrollar tan al nivel de un Galileo o de un Boyle es el método experimental, pero obras como las de Aristóteles y Teofrasto en biología, Eratóstenes y Ptolomeo en astronomía, o Arquímedes en física, son tan empíricas (y teóricas) como las de los científicos del XVII.
Hola Jesús:
ResponderEliminarMe alegro de ver que continuas con la funesta manía de pensar.
"Es decir, aunque sea verdad que la ciencia moderna surgió DENTRO del cristianismo, es difícil pensar que es un FRUTO del cristianismo; como mucho, es el fruto de la "contaminación" del cristianismo con algunas ideas ajenas, o, tal vez, de la "evolución" de las ideas cristianas por el influjo de factores externos."
Ya lo habéis dicho más arriba, pero me parece esencial: el cristianismo es un híbrido de una religión judía de intención politica/moral y un helenismo empeñado en entender lo que sucede.
Por otra parte, hay que prestar atención al entorno social, al crecimiento de las ciudades y el comercio, que da tiempo a pensar entre guerra y guerra. Quizá la mayor contribución de los griegos a la filosofía fueran la plaza pública y el ganarse un prestigio con el parloteo.
Un saludo.