Ayer por la noche me llamó la atención un tuit de @pjbarrecheguren (de los chicos de The Big Van Theory), en el que se lamentaba del poco éxito que había tenido el programa de TV Órbita Laika, en comparación con Cuarto Milenio: mientras aquel no parece que vaya a pasar de la segunda temporada, éste lleva ya 11 años en la parrilla, y todo hace pensar que seguirá mucho tiempo.
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Apasionado como soy de la ciencia desde mi juventud, y comprometido como estoy con la divulgación científica desde hace muchos años, no puedo sino experimentar simpatía por el lamento de Pablo Barrecheguren, y compartir su seguramente no del todo sana envidia por el éxito descomunal de la criatura de Íker Jiménez. Pero también pienso que hay que ser realista, y contemplar las cosas en su justa perspectiva. ¿De qué nos estamos quejando, exactamente? ¿De que la ciencia no consiga enormes audiencias en la televisión? ¿Es realmente eso lo que deseamos?
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Tengo que confesar que no he visto ni un solo programa de Órbita Laika, tan sólo algún fragmento enlazado por tuíter. Tampoco he visto jamás Cuarto Milenio, aunque alguna vez quizá me haya quedado viéndolo un par de minutos mientras zapeaba. Pero lo mismo, o peor, puedo decir de casi todos los programas de televisión de los últimos diez años. Simplemente, yo no veo casi nada de la televisión (un partido de fútbol, o alguna otra retransmisión deportiva de vez en cuando, y a veces El Intermedio cuando acabo de cenar a tiempo). En cambio, paso muchísimo más tiempo navegando por internet, leyendo libros, e incluso viendo películas en el cine. Quizá no soy un miembro muy representativo de la población de "amantes de la ciencia", pero sospecho que en esta población, el número de horas que se ve la tele por término medio es bastante menor que entre el conjunto de personas aficionadas a los misterios para(sub)normales. Los amantes de la ciencia tenemos un montón de maneras mucho más gratificantes de acercarnos a ella que viendo un programa de varietés, por muy entretenido que este programa pueda resultar. Sólo por indicar una diferencia importante: lo que nos gusta no es sólo enterarnos de alguna noticia curiosa (que también), sino entender con cierto detalle los intríngulis del asunto, cómo se ha llegado a un descubrimiento, qué problemas y polémicas se tuvieron que superar, etc., etc., y estas son cosas que, al menos para mí, se aprecian y disfrutan mucho mejor en otros formatos que te permiten una contemplación más reflexiva.
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Otro punto importante: mi experiencia con Órbita Laika es demasiado escasa como para tener siquiera una idea clara acerca de cuál era el objetivo principal de los creadores del programa; quiero decir que no sé si lo plantearon como una especie de "invitación a la ciencia" para personas que tenían poco conocimiento de ella y para quienes el programa podría ser una primera aproximación (o casi), o si más bien la idea era la de crear un "programa de entretenimiento" para que los que ya son, o somos, frikis de la ciencia pudiéramos sentirnos reconocidos como colectivo, riéndonos de cosas que sólo nosotros entendemos, o algo así. O quizá era una mezcla de ambas cosas, o de algunas más que no me vienen a la cabeza. En cualquiera de los dos casos, opino que es harto improbable que un programa de esas características se pueda convertir en un éxito de masas: una vez que ya estás "invitado" a la ciencia, si te ha gustado, quieres droga más dura, y las "invitaciones" las ves como destinadas a un público con bastante menor cultura científica que tú; y el "entretenimiento científico" está muy bien, pero para ser permanentemente gracioso requiere un público con suficiente cultura científica, que casi por definición será minoritario.
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Quiero dejar muy claro que nada de esto lo digo como una crítica a este tipo (o tipos) de programas: me parece fenomenal que se emitan, y que se haga el esfuerzo por realizarlos con gran calidad. Y deseo, por supuesto, que se sigan haciendo y tengan una audiencia cada vez mayor. Sencillamente estoy diciendo que no me parece realista quejarse de que esa audiencia, por grande que sea, se quede a mucha distancia de cosas como Cuarto Milenio (o Sálvame, o el fútbol). Un programa con éxito de masas permanente necesita ofrecer algo de lo que la gente no se canse: la gente, por ejemplo, no se cansa (todavía) de ver hacer recetas de cocina una y otra vez, en parte porque es algo relativamente fácil, que, en la mayor parte de los casos, puedes hacer tú en tu propia casa, y que puede hacerte quedar bien ante la familia o los amigos. O de escuchar un cotilleo más, enterarte de un misterio más, o ver un gol más; estas últimas cosas son, digamos, "entretenimiento intransitivo", no va más allá, se disfruta en el momento sin exigirte capacidades intelectivas por encima de la media. Pero la ciencia no puede ofrecer eso mismo: los principios científicos que resulta más o menos fácil entender son pocos, y una vez que los has entendido, te aburre que te los cuenten una y otra vez. Así que tiendes a buscar material más sofisticado. Y así es como tiene que ser.
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Hace mucho tiempo, en una blogosfera muy lejana:
El periodismo científico como subgénero del periodismo deportivo
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Coincido básicamente en que la queja no tiene demasiado sentido si asumimos que los programas televisivos, sobre ciencia, cocina o lo que sean, cumplen una labor meramente de entretenimiento. Incluso los informativos, aunque no sea su tarea prioritaria, no pueden olvidar que deben resultar entretenidos.
ResponderEliminarPor eso no tiene sentido indignarse porque la gente vea uno u otro programa. La mayoría tan sólo sirven para "matar el tiempo", por decirlo así. Que cada cual haga con su tiempo de ocio lo que quiera, bajo su responsabilidad.
Otra cuestión importante es el formato del programa, no sólo su contenido. Los profesionales de la comunicación sabrán de esto más que un lego telespectador pero, desde mi desconocimiento del medio, me atrevo a decir que algunos programas, por interesantes que puedan parecer a priori sus contenidos, tienen un formato que los hace difícilmente digeribles para la mayoría de espectadores: resultan sumamente aburridos.
A mí me interesa la ciencia, la física, la astronomía, la mecánica... También la biología, la zoología, la botánica... De lo poco que vi 'Órbita Laika' sólo puedo decir que prefiero "matar mi tiempo" de ocio en otra cosa.
Muy de acuerdo, Daniel
EliminarHola Jesús:
ResponderEliminarMe gustaría centrarme en los últimos 3 párrafos del post (tercero, cuarto, y quinto desde el inicio):
En el tercero podemos resumir tu postura como:
- La ciencia es un formato poco adecuado para la televisión
- Los que gustamos de la ciencia vemos poco la televisión
Estos dos apuntes son muy discutibles: el primero, debido a que existen casos de éxito de programas nacionales y extranjeros con cierto, o incluso notable, éxito. El segundo, incluso aún siendo cierto, no afecta al discurso original. Somos una minoría y, por tanto, un programa dirigido a este público objetivo nunca podría considerarse "de masas".
El cuarto párrafo concluye con dos premisas:
- Si hay una invitación a la ciencia, pronto necesitas más y se acaba el público objetivo
- Si es entretenimiento científico, el público objetivo es minoritario
Estoy muy en desacuerdo con la primera premisa. Primero, porque nunca deja de haber un influjo de jóvenes que necesitan de dicha invitación a la ciencia y, segundo, debido a que existe un público que NO necesita más que una serie de curiosidades, noticias, o ciencia "light". De hecho, esto podemos apreciarlo en el éxito de publicaciones muy veteranas en España, como Muy Interesante o Quo, o multitud de blogs de éxito que se dedican a estos aspectos de la ciencia más popular. Además, hay que añadir que, al menos inicialmente, hasta que todo el público se dé por "invitado" a la ciencia, habría una audiencia masiva.
Sobre la segunda, es lo que comentaba anteriormente, resulta absurdo pretender un éxito masivo cuando el público objetivo es minoritario. Sin embargo, tampoco hay que perder de vista el hecho de que el programa puede evolucionar con su público. Es decir, un programa que inicialmente ha resultado una "invitación" a la ciencia, una vez cubierta esta necesidad (en el caso de que el público exija más) podría convertirse en entretenimiento científico una vez que el público objetivo haya aumentado.
El último párrafo:
- Los principios científicos fácilmente comprensibles son escasos
En mi opinión, tampoco es correcto. Esta afirmación es cierta si nos centramos en aquellos conceptos que se pueden dominar perfectamente y comprender hasta sus últimas instancias. Sin embargo, ¿es esto necesario cuando hablamos de divulgación? ¿Es necesario comprender el sustrato matemático de las ecuaciones de Maxwell para dar una explicación sobre cómo se generan las tormentas? ¿Necesitamos conocer los entresijos de la teoría general de la relatividad para maravillarnos con el universo, los agujeros negros, o los posibles multiversos?
Un saludo y mis disculpas por el comentario tan largo
Gracias por el comentario, Manuel, y no hay de qué disculparse. Al contrario, para eso están los blogs, para poder expresarse y argumentar sin tantas limitaciones.
ResponderEliminarRespecto a tus comentarios:
1. Por supuesto que hay "programas científicos de TV de gran éxito". Pero creo que suelen ser más bien series de documentales, que es un formato muy distinto al de "varietés", y más específico y apropiado al tipo de contenidos que nos suelen gustar a los amantes de la ciencia.
2. Coincido en la idea de que la "invitación" puede ser mucho más duradera de lo que sugería en el texto, tanto porque sea un formato más educativo, como porque siempre puede haber demanda de "curiosidades", "novedades", etc. (lo de un análogo televisivo a "Quo" o a "Muy Interesante" me parece ídem). En todo caso, pienso que la TV no es quizá el medio más adecuado para conseguir estos fines (sobre todo el primero: la idea de que la TV tiene que ser "educativa" parece que ya ha sido dada por difunta). Sobre el segundo, creo que un formato que podría ser mejor, no sería tanto el de "varietés", cuanto algo más parecido a "Estudio Estadio". Escribí algo sobre el tema hace años: http://abordodelottoneurath.blogspot.com.es/2010/04/el-periodismo-cientifico-como-subgenero.html
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Un saludo
Hola Jesús:
ResponderEliminarRespecto al punto 1: entonces estamos cambiando el foco de la crítica. No estamos hablando de que un programa sobre ciencia no pueda ser de masas, sino que, un programa de "varietés" científico, no puede ser de masas. Esto, de nuevo, vuelve a ser discutible, ya que no encuentro ninguna razón a priori por la que este tipo de programa deba fracasar. De hecho, por poner un par de ejemplos, "Redes" o "Cazadores de Mitos" son programas sobre ciencia de éxito y gran recorrido (13 temporadas Redes y 14 Mythbusters) que no encajan en el formato documental. Es cierto que tampoco son "varietés" pero, como decía, no veo una razón por la que este formato esté abocado al fracaso antes de su arranque.
Punto 2: Personalmente tampoco pienso que la televisión deba ser educativa. Como tampoco la literatura, ni el arte, ni muchas otras facetas de nuestra vida. Por fortuna, tenemos una parrilla de horas lo suficientemente amplia, y un surtido de canales lo bastante variado como para que cada uno decida emitir el contenido que desee, habiendo cabida para todos. Del mismo modo, el espectador elegirá dentro de esa parrilla lo que desee. Lo veo similar a una biblioteca, uno puede ir a formarse, o con un interés mucho más lúdico. Es decir, que pese a que la televisión pueda no tener un fin educativo, eso no quiere decir que la educación no tenga cabida en ella. Es una parte más de la oferta, y lo que habrá es que adaptarla a la demanda. Por último, sobre si el formato "varietés" es el más adecuado, como indicaba antes, no veo una razón a priori por la que no pueda funcionar. Puede que no sea el mejor y, como indicas, tal vez un formato tertulia/debate enganche más, de hecho, a mí me gustan más, y es un formato generalizado en otras áreas como el cine, la literatura, la música, la política o el deporte, pero no creo que el formato sea tan decisivo en el éxito de un programa como su contenido y desarrollo.
Un saludo
Hola de nuevo, Manuel. Mi tesis no es que los programas de divulgación científica estén "abocados al fracaso". Sólo he dicho que no me parece razonable exigirles que tengan una audiencia tan masiva como otro tipo de programas. Por supuesto que habrá casos de éxito más o menos significativo, pero creo que, en general, mientras no cambien mucho algunas otras cosas en la sociedad, la divulgación científica tendrá menos audiencia en la TV que otras cosas. Ojalá cambien, eso sí.
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