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La forma de la curva viene a significar que si la desigualdad es muy grande (izquierda), la sociedad no será muy productiva, por varias razones: p.ej., la mayor parte de la gente no tendrá un grado de formación suficiente para poder hacer trabajos muy productivos; el incentivo para mejorar la producción, sabiendo que tus posibilidades de prosperar son pocas, también será bajo; el estado tendrá que gastar muchos recursos para impedir o reprimir las protestas sociales, etc., etc.
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Por otro lado, si la igualdad es muy grande (derecha), la sociedad tampoco será muy productiva, porque si la gente sabe que va a recibir exactamente lo mismo, o casi lo mismo, con independencia de cuánto se esfuerce, de cuánto innove, de cuánto intente mejorar lo que está haciendo, etc., entonces tampoco habrá un nivel de producción demasiado alto.
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Por lo tanto, la curva de producción tendrá seguramente un máximo en algún lugar entre los dos extremos de máxima desigualdad y de máxima igualdad. La forma concreta de la curva (p.ej., si su altura en el punto 0 del eje de ordenadas es mayor o menor que su altura en el punto 1, o cómo de verticalmente crece al principio o decrece al final) no es muy importante para mi argumento. Pero lo importante es que nos demos cuenta de que la curva será la que es, con independencia de lo que nosotros pensemos o deseemos acerca de ella. El objetivo de las ciencias sociales debería ser descubrir cuál es la forma real de la curva, y cuáles son las formas de conseguir realmente que sea más alta de lo que es, no sólo convencer al adversario de que las ideas que tiene sobre la forma de la curva son debidas a su ideología. Este tema es muy interesante, pero lo dejaré para la siguiente entrada sobre el tema. Ahora voy a asumir que la curva de producción tiene una determinada forma, y explicaré la diferencia entre "ser de derechas" o "ser de izquierdas" en términos de nuestras preferencias sobre qué punto de la curva es el que nos parece socialmente preferible.
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Cada punto del gráfico está definido por dos variables: cuánta igualdad tiene la sociedad si se encuentra en ese punto (el valor del punto en el eje horizontal), y qué producción tiene en ese punto (su valor en el eje vertical). Cada persona puede tener preferencias distintas sobre esta cuestión, es decir, si seleccionamos DOS puntos al azar en el gráfico (no en la curva, sino en cualquier punto del gráfico), podrá ocurrir que una persona prefiera el primer punto al segundo, y otra persona, en cambio, prefiera el segundo en vez del primero.
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Pues bien, el segundo gráfico muestra las preferencias (idealizadas, en el sentido de simplificadas al máximo) de un "neoliberal": lo que a él le importa es que la economía tenga el mayor PIB posible, y cómo se reparta ese PIB le trae sin cuidado. Sus "curvas de indiferencia" son, de este modo, líneas horizontales (cada línea horizontal representa situaciones en las que el PIB es exactamente igual). Si de dos puntos uno de ellos representa una mayor producción que el otro, nuestro "neoliberal" preferirá el primero. ¿Cuál será el punto de la curva que preferirá? Pues, obviamente, su máximo.
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El tercer gráfico muestra las preferencias (idem) de un "igualitarista": cómo de productiva sea la sociedad no es lo que le preocupa primordialmente, sino cómo de igualitariamente repartida esté la riqueza, de modo que, cuanta más igualdad, mejor. Para él, las curvas de indiferencia son líneas verticales, y su óptimo es, por supuesto, el punto más a la derecha.
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Pienso que la mayor parte de los miembros de las sociedades democráticas no tenemos preferencias que coincidan con estas dos idealizaciones, sino que más bien nuestras curvas de indiferencia son inclinadas (y con pendiente negativa, o sea, decrecientes), como en el cuarto gráfico, lo que quiere decir que valoramos el nivel de riqueza Y TAMBIÉN el nivel de igualdad: en ocasiones preferimos renunciar a un poco de riqueza en nuestra sociedad, si ello sirve para elevar en una medida considerable el nivel de igualdad, pero también preferimos renunciar a un poco de igualdad si ello sirve para elevar considerablemente el nivel de riqueza. (Que las curvas, además de inclinadas, sean curvas -convexas, más en concreto- y no rectas, tiene otra justificación, pero es un poco complicada y no merece la pena detenernos en ello). Nuestro "óptimo social" se hallará, por lo tanto, en algún lugar de la curva de producción comprendido entre su máximo y su extremo inferior derecho.
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Cuánto de inclinadas estén nuestras "curvas de indiferencia" sociales será una medida, por lo tanto, de "cuánto de izquierdas" somos cada uno. Cuanto más horizontales, más de derechas. Cuanto más verticales, más de izquierdas. Cuanto más de derechas, más elevado estará nuestro óptimo social (es decir, menos igualdad desearemos, a cambio de un nivel de producción elevado). Cuanto más de izquierdas, menos elevado estará nuestro óptimo en el gráfico (es decir, más igualdad desearemos, aunque sea a costa de tener menos riqueza que repartir).
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El principal problema de los debates políticos es que en realidad, sabemos muy poco acerca de "por dónde pasa realmente la curva de producción", y esto nos hace tender a confundir la realidad con nuestros deseos. Pero, como digo, ese asunto lo dejo para otra entrada.